Por Maurizio Pancorvo, account manager de BackSpace.
Maurizio Pancorvo, account manager de BackSpace.
Santiago, Chile. 8 octubre, 2015. Para nadie es novedad que tanto las máquinas como los programas computacionales; eventualmente, podrían hacerse cargo de distintos tipos de empleos en oficinas e industrias. Ante este escenario sería necesario preguntarse: ¿hasta dónde puede llegar un software y/o la robótica para reemplazar la labor de un gran número de trabajadores?.
Existen rubros en los que la robótica podría fácilmente reemplazar ciertas labores como analistas de crédito, telemarketers y cajeros. ¿Por qué? Muy simple, los robots no sólo pueden ejercer su labor en una jornada de 24/7, sino que además pueden mantener la energía y la buena disposición sin importar cuán groseros sean los consumidores con que interactúan.
Sin embargo, la evaluación de un reemplazo por automatización debería considerar tres aristas fundamentales que un robot no puede manejar: inteligencia, aptitudes de negociación y la capacidad de ayudar a los demás. Una empresa que cuenta con la oportunidad de automatizar procesos, indudablemente incrementará sus niveles de servicio y por sobretodo, reducirá los costos a nivel operacional. No obstante, esto también le abrirá una veta para que el alza en remuneraciones, que mencionaba la presidenta del gremio, se vea asociada a un aumento de la productividad, pues podría reasignar a los empleados a actividades que generen mayor valor para el cliente; es decir, que requieran del uso de inteligencia, de aptitudes de negociación o de capacidades de ayudar. Así, perfectamente se podrían traspasar éstos costos a precios, pues el consumidor estará dispuesto a pagar la diferencia que genera dicho valor agregado en la oferta del producto o servicio.
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